El mundo está cambiando a pasos vertiginosos, para dar respuesta a los retos globales se exigen soluciones urgentes y sistémicas. No hay duda que se están haciendo progresos pero estos ni tienen la escala ni la celeridad suficiente para adaptarse a la velocidad y magnitud de los cambios disruptivos que se están produciendo.
Estos cambios están haciendo que se replanteen muchos modelos de negocio, sectores enteros como el editorial o la distribución musical han cambiado en un abrir y cerrar de ojos. Estos cambios y su velocidad deben obligar a las empresas a preguntarse cada poco tiempo ¿quiénes son y por qué existen? ¿Cuál es su propósito? (y espero que la respuesta no sea únicamente maximizar el beneficio).
Podrán decir que estas preguntas son muy elevadas y que las empresas lo que se preguntan es cómo obtener mayores beneficios. Esta misión, la de buscar mayores beneficios, es la de un gestor. El líder debe diseñar el futuro de la organización dando respuesta a los retos y oportunidades que surgen, crear una visión, una cultura unos valores que impulsen el verdadero propósito de la empresa (su misión originaria) y si lo hace bien obtendrá como resultado unos mayores beneficios a largo plazo.
Por tanto ha llegado el momento de los líderes para dar respuesta a estas inquietudes. Los gestores tratan sobre la eficiencia, la mejora de los procesos e implementación de las estrategias, los líderes también gestionan pero su gestión es sobre la innovación, el cambio, la transformación. Mientras que los gestores aseguran que el sistema funciona, los líderes remodelan el sistema.
El gestor tradicional no es el más adecuado para enfrentarse a estos retos y la velocidad a la que suceden. Son necesarios líderes que no se queden mirando en la cuneta, deben comprometerse activamente para ser parte de la solución no del problema
El mundo está necesitado de un mejor liderazgo.
Solo hay que hacerse esta pregunta: ¿Cuántos líderes sobresalientes puedo nombrar? Para ver cuán necesitados estamos.
Como ya hemos indicado el tamaño y urgencia del desafío es tan grande que solamente aquellos que están dispuestos a impulsar el cambio en el sector, en la organización y a nivel individual son los que destacarán como verdaderos líderes en sostenibilidad.
• Líderes que desarrollan sus propias capacidades para gestionar el cambio de forma sostenible y que generen confianza.(Nivel individual)
• Que establecen estructuras empresariales que fomentan el liderazgo, la escucha activa de sus grupos de interés e integran el cambio sostenible en el modelo de negocio de la empresa. (Nivel empresa)
• Líderes que se integran en alianzas que promueven el liderazgo sostenible, que aúnan impulso para que sus esfuerzos permitan el cambio global que necesitamos. (Nivel global)
Hablemos del primer nivel: NIVEL INDIVIDUAL
La mayoría de las empresas reconocen la necesidad de ser más sensibles a los cambios en las expectativas de la sociedad, de mejorar las condiciones para establecer relaciones de confianza con sus grupos de interés, de ser más sostenibles, abiertos y responsables. Y sin embargo, esas mismas empresas a menudo tienen dificultades para traducir las buenas intenciones en buenas prácticas y es que una empresa no puede ser empática, desarrollarse y crecer, si sus líderes no son empáticos, no aprenden y no crecen también.
Muchos de estos grupos de interés se están cuestionando la capacidad de los ejecutivos (lideres) de articular y ofrecer una visión que ilusione y reciba el apoyo de empleados, clientes, sociedad y el resto de grupos de interés.
Para volver a recuperar esa confianza es necesario un nuevo liderazgo basado en: • Inteligencia emocional y una actitud solidaria. • Una orientación en valores que trasciende a la cultura empresarial. • Una fuerte visión que marque la diferencia. • Un estilo incluyente que genera confianza. • La voluntad de innovar y ser radical. • Una comprensión sistémica e interdisciplinaria. • Una perspectiva a largo plazo sobre los impactos de la empresa.
(Rasgos del líder, estudio de Cambrige programme for sustainability leadership)
Muchos de estos rasgos aúnan conocimientos (competencias duras) con rasgo considerados parte de la inteligencia emocional (competencias blandas), las decisiones empresariales deben estar impregnadas de ambos aspectos: aspectos duros (sobre estrategia) y blandos (sobre personas).Los rasgos que se buscan en estos líderes tienen mucho que ver con la RSE, la actitud solidaria, el estilo incluyente son aspectos fundamentales en el pilar social de la RSE. La orientación en valores, una comprensión sistémica y la perspectiva a largo plazo sobre los impactos son rasgos que refuerzan los pilares sociales, medioambientales y económicos de la RSE, poniendo en énfasis una perspectiva sostenible a largo plazo, la gestión de las relaciones y una visión externa de la organización.
Los líderes desempeñan un papel vital en delinear los valores de la organización, definir cuáles son los retos y oportunidades a los que la organización debe responder y a crear una visión que motive e impulse a lograr los objetivos de la organización y deben hacerlo sin necesariamente saber cómo llegar allí
Una de las formas más exitosas de desempeñar este papel es aprendiendo a liderar en el entorno en el que se va a ejercer el liderazgo, reconectando con los grupos de interés. Aunque la mayoría de los ejecutivos afirman conocer las necesidades de sus grupos de interés, la realidad es que pocos están expuestos a sus grupos de interés de forma habitual. Proporcionar a los líderes la oportunidad de reunirse con ellos, de observar y relacionarse con los stakeholders les da un conocimiento de primera mano de sus necesidades, cómo piensan, y que es lo más importante para ellos. Esta conexión les permite conocer el contexto en el que se mueve la empresa, conocer a sus grupos de interés, los retos a los que se enfrentan y así alinear sus acciones con el contexto y con las expectativas de sus stakeholders, pero sobre todo con la visión y valores de la empresa.
Pero los líderes también deben tener claro una cosa, por su cuenta, única y exclusivamente, no pueden impulsar el cambio lo suficientemente rápido o profundo, necesitan de otras personas, otras empresas y otras organizaciones para lograrlo.
Jeff Immelt, CEO de General Electric, “Lo más importante que he aprendido desde que me convertí en CEO es el contexto. Es la forma en que la empresa se ajusta con el mundo y cómo responder a el”
Cualquier esfuerzo en materia de responsabilidad social debe partir del compromiso y el liderazgo de la alta dirección de la empresa, con el propósito de permear e integrar a todas las áreas operativas de la organización.
Alinear la estrategia de negocios con la sostenibilidad no es un proceso rápido ni superficial, por lo que un manejo inadecuado puede ser contraproducente para la empresa y deteriorar su imagen y reputación.
Por eso, se debe seleccionar a una persona para que lidere el proceso que tenga las capacidades y habilidades requeridas, con conocimiento técnico y práctico en el tema y que a la vez cuente con un perfil estratégico que dependa directamente de la alta dirección.
“No se trata de buscar un sello de que la empresa es responsable, sino de contar con la capacidad de gestión en temas económicos, sociales y ambientales, que le permita a la empresa evidenciar lo que hace y cómo lo hace”,
Las acciones deben ser integrales, graduales y proporcionales a la capacidad de influencia de la empresa
“No se extralimite, ni tenga miedo. Inicie por los principios básicos de la RSE, hay que conocer lo que hacen otros. No olvide revisar el marco legal dentro del cual se maneja y tome en cuenta a los directivos para que sean parte del proceso de impulso de ese departamento, ya que la legitimación es fundamental”.
Características de un Líder de sostenibilidad
· Formación Multi disciplinaria: El líder (gerente o director) de sostenibilidad no es alguien que tenga una formación particular o en una carrera específica. Es recomendable que tenga distintas áreas de estudio, formación y experiencia laboral. De esa forma puede tener una perspectiva más integral de los retos y desafíos de sostenibilidad de la empresa.
· Capacidad negociadora: Debe interactuar constantemente con distintos departamentos en la organización y otras partes interesadas por lo tanto debe ser una persona con capacidad de escucha y negociación con diferentes actores.
· Excelente comunicador: Un líder (gerente o director) de sostenibilidad debe tener capacidad de representar y hablar sobre la empresa y su estrategia de sostenibilidad de forma clara ante distintas audiencias. Debe también en ocasiones desarrollar procesos de consulta a distintas partes interesadas y sensibilización sobre temas estratégicos a todo nivel en la organización.
· Habilidades estratégicas: Actualmente, el cargo del líder (gerente o director) de sostenibilidad es cada vez más estratégico y menos técnico. Debe tener capacidad de relación e interacción con otras gerencias en la organización y se ha convertido cada vez más en un puesto de dependencia directa de la Gerencia General.
· Investigación y destrezas de autoaprendizaje: Al ser un tema que está en constante evolución, la persona que asuma este cargo debe estar preparada para estar actualizando su conocimiento, buscar oportunidades de aprendizaje entre pares, identificar expertos y fuentes de información que le permitan acceso constante a conocimiento de punta en la materia.
· Facilidad para traducir la visión estratégica en acciones concretas Conocimiento y claridad del negocio y sector al que pertenece
· Contar con habilidades multidisciplinarias y excelentes habilidades sociales
· Liderazgo en el manejo de proyectos
· Persona propositiva e innovadora
Fuente: Olga Sauma, directora de Gestión Integral de AED y Angelita Flores, directora de Proyectos Sociales de Aliarse para el Desarrollo
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